viernes, 28 de mayo de 2010

Apenas una pequeña alegría


Veo que no escribí aquí desde el 5 de mayo, hace más de veinte días y en ese lapso, estuve hasta hoy varias veces a punto de caer del todo, menos mal que no lo hice, aunque sí esta todo explicado en los dos blogs restantes.

Hoy debería seguir renaciendo, levantarme cada vez mál alto, tener cada vez más deseos de vivir, hoy me llamó Juanqui, hoy me despertó con su llamado y nada más escuchar su voz ya es una caricia para mí, sobre todo cuando me dice que no tengo que pensar que a él no le intereso, me dice que si no le interesara no haría esto de llamarme a las corridas en unos minutos apenas de viaje en su auto a otro de sus lugares de trabajo.

Sí lo reconozco es un hombre muy ocupado, quizás todo lo que yo también alguna vez estuve o debería estar ahora. Sin embargo yo no, yo caí en la depresión, en la tristeza, en el desánimo y eso hizo que dejara mi profesión y que como dice mi hija, no tuviera una vida. Es verdad, yo no tengo una vida, la mía es sólo esperar a mi hija, pensar todo el día en Juanqui, la computadora y mis gatos.

Ahora contraté una persona para que limpie la casa y me mantenga todo en orden y entonces tendré menos para hacer.

El llamado me trajo un cierto alivio, le importo, algo le importo, porque cuando amenazo con irme no quiere que interprete mal su actitud y me vaya.

Pero hay algo que es insoslayable, no tiene tiempo, estamos muy lejos uno del otro, qué podemos hacer así entonces? Podemos tener una relación? Cómo sería esa relación? Cómo es? Y bueno, nada, es esto, algunos mails, algunos mensajes y alguna llamada a las corridas. De vernos hace diez años que no lo hacemos y ni siquiera se habla. Ya sé es un hombre casado, pero yo tampoco soy su amante, ni mucho menos aunque él me llame "su novia". Él no necesita nada más de mí, yo sí, yo necesito más palabras por lo menos, como antes, siempre estuvimos muy lejos sin embargo esas palabras en ese tiempo habladas por teléfono dieron lugar a encuentros, muchos de ellos muy apasionados. Pero claro en ese tiempo yo tenía diez años menos. Ahora quizás ya no le interesa tener nada más que esto. Sentir que no me alejo del todo. Sentir que le sigo siendo fiel. Sentir que lo sigo queriendo. Es demasiado egocentrismo y yo necesito un poco de generosidad, yo necesito que se me demuestre si se me quiere, sino es como si nada para mí, saber que me quiere porque me lo dice pero que no haga nada para demostrármelo, que pasen días sin saber de él y su vida, que pasen días sin respuesta de un mail, que le envíe un mensaje de texto y no me lo conteste nunca, que lo llame y no me atienda porque según su secretaria salió (no le creí e hice bien hoy me dijo que estaba ocupado), no así no se puede, así yo no puedo, así lo único que me queda es tratar de alejarme, lentamente, pero alejarme, dejar que mi salud emocional deje de depender tanto de él y empezar una vida nueva sin Juanqui. Será difícil, no estoy acostumbrada, pero deberé hacerlo, ya no puedo seguir así, así no renaceré nunca de mi muerte en vida.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Estoy renaciendo...


Sí, gracias a Dios, a mi hija y a un hombre que amo y que tengo lejos pero igual me envía señales que me generan vida nueva. Gracias a ellos y sobre todo al amor que siento por él, aunque no lo tenga, aunque no esté a mi lado, sólo que exista, estemos comunicados y yo sepa que él piensa en mí diariamente como yo en él, está haciendo renacer mi esperanza en la vida.

No sueño con imposibles, no puedo, es muy difícil que podamos mantener como alguna vez hace cuarenta años una relación seria y comprometida (en aquellos años se usaba tenerla de muy jovencitos y nosotros lo éramos), pero a mí no me importa. Estoy aquí y sigo pensando en vos y ... estás allá y... seguís pensando en mí... no necesito nada más ...