martes, 29 de diciembre de 2009

Volviendo atrás


Estoy volviendo a perderme en la penumbra de la depresión, pero había renacido, no me dejaré morir, lucharé hasta el final. He debido dejar la medicación antidepresiva, me traía muchos trastornos en otras áreas, por ahora todavía estoy bien, espero no volver a morir.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ya he renacido gracias a Dios


Y cada día estoy mejor. Mañana hace una semana que tomo el nuevo antidepresivo, apenas media dosis pero lo acompaño con oraciones de agradecimiento todas las noches y siento que cada día voy renaciendo más. Los cambios no son abruptos, no es que de golpe me siento mejor y ya, no, pero se van notando en mis actitudes. Primero ya no lloro desconsolada, en realidad no lloro y lo venía haciendo todos los días y la última vez fue algo que no podía parar con nada. En cambio ahora puedo reir! Sí! Río y bastante con mi hija, ella está feliz de verme mejor y me hace bromas y chistes que me hacen reir más. Además, ya tengo ganas de hacer algunas cosas, no todo lo que debería pero tengo que tener en cuenta que hace apenas una semana que empecé el tratamiento, el médico de dijo que en dos semanas más o menos me aumentará la dosis y si mi corazón aguanta estaré realmente mucho mejor.

Realmente creo que ya he renacido, porque lo que estaba viviendo era la muerte en vida y casi, casi pasé el umbral, gracias a la Virgen es que no sucedió. Madre mía cuánto me ayudaste! Debo seguir todavía uin tiempo en este mundo, mi hija menor me necesita todavía, la mayor puede esperarme toda la eternidad y yo sé que un día nos reuniremos en ese abrazo que tanto sueño desde hace quince años.

Pero lo de hoy, la buena noticia, es que estoy mucho mejor. Me hace bien poder contarlo y verlo aquí escrito, aunque nadie lo lea, pero para mí es como reafirmarlo y eso es muy bueno.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Renaciendo lentamente


Ya llegó la ayuda, fue medicinal y trascendente. El médico me oyó la voz por teléfono y enseguida me recetó un nuevo antidepresivo, estoy probándolo, a ver si este no se contraindica con los medicamentos cardíacos. Por ahora llevo tres noches y voy mejorando.

Además, la última noche antes de comprar el medicamento nuevo, no daba más, la angustia me consumía y el llanto no cesaba, hasta que comencé a rezar un rosario y lentamente me fui calmando hasta alcanzar la paz que me permitió dormir tranquila toda la noche. Jesús y María están siempre que los llamo, sólo que yo los llamó al final. Pero decidí ser más constante en mis oraciones y sé que voy a estar mejor, estoy renaciendo.